Castillo de Maya 41, 31003 Pamplona
Home Blog

Tomado de forma literal Tribulaciones de un Cirujano

Recientemente he tenido la oportunidad de charlar con estudiantes universitarios en un colegio mayor y con alumnos de un instituto de secundaria de 2º de bachiller. Es la primera vez que me invitan a un coloquio para resolver la curiosidad que la profesión médica suscita entre los jóvenes. El asunto surgió a través de este blog y me ha dado pie a escribir sobre la realidad de la medicina en nuestro país. En los diálogos de estas dos reuniones he detectado un desconocimiento casi increíble de nuestro quehacer cotidiano. Parecería que con los medios de comunicación y fuentes de información de que disponemos la curiosidad –casi morbosa- que la medicina produce en todos los ciudadanos debería de estar resuelta pero por lo que he podido observar, no lo está.

Preguntando a los alumnos de 1º o 2º de bachiller por qué quieren ser médicos las respuestas fueron: para salvar vidas, para curar. Repreguntados por alguna otra razón, y con la ayuda de la profesora que había contactado conmigo, respondieron que otra razón era acompañar o consolar a los enfermos.

Cuando les pregunté sobre como ven desde su punto de vista el trabajo del cirujano me respondieron que era operar, única y exclusivamente.

Todos habían visto anatomía de Grey, hospital central, urgencias y el Dr. House. Interrogados sobre si creían que reflejaba la realidad de la práctica de la medicina la mayoría daban una respuesta afirmativa con matices. Quizás el menos creíble parecía House, aunque el punto borde del internista tiene su atractivo.

Esta experiencia no es más que una pequeña muestra pero la intuición me lleva a pesar que el verdadero trabajo de los médicos es un gran desconocido para el gran público y en general se basa en estereotipos mediáticos.

Como creo que la información veraz es la mejor forma de que los futuros médicos se formen su propia opinión, intentaré hacer una descripción pura – sin opiniones, aunque no se si lo conseguiré- del largo proceso que es necesario cumplir para poder ejercer la medicina en nuestro país.

El ingreso en la universidad

La mayoría de los estudiantes de 2º de bachiller desconocían las calificaciones necesarias para ingresar en las facultades de medicina públicas: más de 12 puntos sobre un máximo de 14, lo que corresponde a una media superior a 8,57. La mitad de los estudiante de medicina tienen matrícula de honor en la calificación del bachillerato. Enlace a gangas mir.

La carrera

Una vez comenzada la facultad hay que cursar 6 años de carrera de los cuales 3 son puramente teóricos, y el resto más prácticos, y con algo de contacto con los centros de salud y hospitales. Una vez finalizada la carrera ya puedes ejercer la medicina en el ámbito privado pero si quieres hacerlo en la sanidad pública es necesario presentarse al examen MIR y convertirte en especialista. La carrera está enfocada al examen MIR y en la mayoría de las facultades no se enseñan otras materias que no sean de medicina.

El examen MIR

El MIR es de 4 o 5 años según la especialidad elegida, no hay una examen final de especialidad pero si una evaluación continuada.

La residencia es muy variable según la especialidad elegida pero en general el horario de trabajo es de aproximadamente de 60-70 horas a la semana, esta media depende mucho del número de guardias de 24 horas que se realicen y de si después de la guardia se libra al día siguiente o no. La libranza después de 24 horas de trabajo ininterrumpido es un derecho de los MIR pero en muchos casos no se cumple, en ocasiones porque al residente le interesa por formación, o porque se quieren ganar puntos para un futuro contrato. Es frecuente tener dos fines de semana al mes ocupados por el trabajo. La planificación a medio plazo de tu vida personal es compleja porque son frecuentes los cambios de turnos o guardias. El sueldo base de un residente de primer año después de impuestos es de aproximadamente 1000 euros, además se pagan las guardias a parte. El sueldo aumenta progresivamente a medida que transcurre la residencia.

Más del 90% de los residentes acaban el MIR y ya pueden ejercer la medicina en cualquier ámbito pero solo en su especialidad. Después de la residencia lo habitual es apuntarse en las listas de contratación de las diferentes comunidades que tienen reglas muy variadas. Los contratos suelen ser temporales para guardias o sustituciones por bajas. Esta situación de eventualidad y de cambio continuo de trabajo suele impedir un desarrollo profesional adecuado teniendo en cuenta que la experiencia profesional adquirida en la residencia necesita desarrollarse con la práctica para poder ejercer con seguridad.

En resumen en el mejor de los casos para poder ejercer la medicina pública se necesitan de 10 a 12 años de preparación y el puesto de trabajo no está garantizado más que durante el periodo de la residencia. En la actualidad la precariedad de los contratos está garantizada y suele ser habitual tener que cambiar de lugar de residencia lo que interfiere en la vida personal y familiar. Actualmente la media para obtener una plaza en propiedad por concurso–oposición se acerca a los 8-10 años en la Comunidad de Navarra pero es muy variable según especialidad y autonomía.

La carrera profesional

Una vez que eres propietario de una plaza en el sistema sanitario público tu contrato está garantizado pero tu puesto de trabajo depende del gerente o consejero de sanidad de turno. La posibilidad de desarrollar una carrera profesional basada en el esfuerzo, la dedicación, la formación y el buen hacer profesional está muy limitada. La plaza en propiedad puede producir efectos contrapuestos, por una parte tienes garantizado el contrato, esto te da seguridad y estabilidad profesional; por la otra si no puedes desarrollarte como profesional en tu hospital la movilidad es casi imposible y se limita a tu comunidad. Los traslados entre comunidades existen pero son muy complicados. La garantía de que con un cambio de hospital no vas a tener los mismo problemas no existe. La práctica totalidad de los médicos públicos una vez que adquieren la plaza en propiedad no trabajan en más de dos hospitales, y la mayoría hace toda su vida profesional en un hospital. Si no tienes suerte con tus compañeros vas a pasarlo mal.

Las posibilidades de trabajar en la medicina privada existen pero hoy en día están reguladas por compañías privadas que ejercen un fuerte control sobre los profesionales con lo que hacerse un hueco es muy complicado, aunque no imposible. En la medicina privada es difícil ganarse la vida sin trabajar además en la medicina pública, pocos médicos pueden permitírselo y suelen ser de especialidades muy concretas. La otra posibilidad es la emigración pero tener en cuenta que la vuelta es muy complicada ya que no tienes antigüedad en el sistema sanitario público que es lo que más puntúa en una oposición.

Hasta aquí el relato seco de los hecho,  y también a partir de aquí el espacio para la opinión. Si tenemos en cuenta que en los últimos 10 años los mejores expedientes de bachiller se inclinan por medicina, enfermería o fisioterapia debería de haber una razón que explicara como no se eligen otras profesiones que permiten un mayor abanico de posibilidades de desarrollo profesional que claramente estarían al alcance de estos buenos estudiantes. No acabo de entender cual o cuales son las razones y creo que de alguna manera estos esforzados y entusiastas futuros estudiantes de medicina han sido engañados en cuanto a sus expectativas. Supongo que algunas de las razones pueden ser el prestigio social de la profesión médica  -cada vez más escaso-, la posibilidad de un trabajo casi funcionarial (aunque se tarde más de 15 años de media en conseguirlo), la vocación percibida en el bachiller cuando eliges sin información o es excesivamente “peliculera”,  supongo que pocos piensan en hacerse ricos aunque se tiene la impresión de que los médicos ganan buenos sueldos –no se sabe que es a base de horas extras-, en fin que creo que hay demasiados estudiantes de medicina en nuestro país y a la medicina le falta la capacidad de desarrollo que otras profesiones liberales clásicas tenían.

La mayoría de los que leeréis este post estaréis firmemente convencidos de que vuestra vocación de ser médicos es genuina y está basada en fuertes convicciones sobre el valor de ser médico y poder ayudar a las personas enfermas. Nada más alejado de mi intención que rebajar vuestro entusiasmo que es imprescindible para el futuro de nuestra profesión. Cuando hablaba con los estudiantes de bachillerato me preguntaban sobre como sabe si uno va a ser un buen médico: este es la clave del asunto.

No soy tan pretenciosos como para decirle a nadie si puede o no ser médico, no creo que nadie lo sepa, en todo caso creo que lo mejor es dar la información sobre nuestra profesión de manera honesta y transparente. Hay que alejarse de las versiones edulcoradas de las series sobre médicos, de las noticias sensacionalistas sobre la curación del cáncer, de los trasplantes de extremidades y decir, alto y claro, que esa no es la realidad.

Antes de elegir cualquier profesión hay que analizar tus puntos fuertes y débiles con honestidad, se que esto es difícil a los 18 años pero es imprescindible para elegir una profesión como la medicina. No es como el derecho, la economía  la ingeniería, la música o la enseñanza que son más versátiles si haces una especialidad de medicina solo puede dedicarte a eso o volver a repetir el MIR. Por lo tanto conviene acertar.

También es un trabajo muy exigente debes de estudiar y formarte continuamente no puedes hacerlo mal, aunque no todos lo médicos son iguales en su autoexigencia, es muy evidente quien es bueno y quién es del montón.

Para ser un buen médico no es suficiente tener la voluntad o la vocación de serlo, sin duda ayuda pero hacen falta muchas más cosas, cada vez más. El ejercicio de la medicina no es individual dependes de otros profesionales sanitarios y de otros médicos; trabajas en equipo. El ejercicio de  la medicina de la época del jefe patrón que por decreto era el que más sabía y del que dependía tu plaza afortunadamente esta en extinción, aunque los gerentes quieren tomar el relevo. Tu trabajo va a requerir habilidades, actitudes y conocimientos que no te han enseñado en la facultad de medicina, esto ocurre en otras carreras pero el lado humano de la medicina, el enfrentarse con la enfermedad , el dolor, la decrepitud y la muerte es inherente a nuestra profesión. Saber tener una conversación con una persona mayor, practicar la empatía, ser compasivo sin caer en el paternalismo, respetar la opinión del paciente y sus creencias morales sin juzgarlo aunque no la compartas, no discriminarlos por cualquier motivo; todas son habilidades que te enseña la vida y cuando eliges medicina eres muy joven. Las actitudes forman parte de tu carácter y de la educación que has recibido, y por último las habilidades pueden aprenderse, aunque como para tocar un instrumento musical tener una cierta predisposición siempre ayuda.

El médico tiene que estar tomando continuamente decisiones la mayoría son rutinarias o predecibles pero siempre hay variables no controladas; toda tu vida profesional tendrás que lidiar con la incertidumbre pero no con una cualquiera, no con una duda cotidiana, sino con una que puede tener consecuencias graves para la salud de tu paciente y para tu carrera profesional.

Otro factor a tener en cuenta es la empresa en que casi seguro vas a ejercer tu profesión, al menos durante unos años, es la empresa sanitaria pública 17 autonomías, 17 empresas diferentes, pero los mismos defectos; es en lo único en que coinciden. Tu trabajo considerado antaño como una profesión liberal estará fuertemente regulado y controlado no solo por las leyes, por la lex artis o por la deontología profesional sino por un nuevo regulador: el consejero de sanidad de cada autonomía que tendrá capacidad para maltratarte laboral y profesionalmente por lo menos por una legislatura; luego vendrá otro que puede hacer bueno al anterior ¿Que quiere decir esto? Pues que estas j…  el ciudadano-paciente-cliente-usuario ha sido educado en que la sanidad pública cubre toda la demanda al estilo de la pulsera del “todo incluido”. Tu estás ahí en medio, solo ante el peligro, nadie te preguntará que es lo que necesitas para hacer bien tu trabajo, nadie te dejará elegir con quien trabajar, tendrás que conformarte con lo que hay, pero al paciente o a su familia te usarán como blanco de sus quejas mientras el gerente está tranquilamente en su casa.

Os preguntaréis, después de llegar hasta aquí si esto en una guía para el futuro estudiante de medicina o una guía para no elegir la medicina como profesión. En realidad la parte buena de la medicina es lo que os ha llevado a leer este blog si tenéis curiosidad por la medicina es porque os mueve lo mismo que comparten todos los médicos: ayudar al ser humano enfermo con nuestros conocimientos, habilidades y actitudes, con la cercanía y la compasión que merecen todas las personas.

 Como todo lo que es importante en la vida requiere ilusión, determinación, esfuerzo, formación y capacidad de adaptación; si es fácil tiene trampa.